Las revisiones sanitarias durante el embarazo, han logrado disminuir significativamente la mortalidad y las complicaciones de las madres y de los recién nacidos. Los consejos, el control y la relación con los profesionales sanitarios ayudan a tener un embarazo saludable. Por tanto, es muy importante que la gestante se responsabilice de su embarazo, y asista a las consultas para realizar las pruebas indicadas.
Es necesario vigilar periódicamente el embarazo para fomentar la salud de la madre y del futuro bebé y para disminuir el riesgo de complicaciones en el parto.
La primera consulta prenatal es más larga y detallada que las sucesivas. Durante ella se realizará la historia clínica, con especial interés sobre antecedentes personales y familiares de relevancia en el embarazo. Estos datos son importantes para poder detectar problemas que puedan surgir más adelante. Se cumplimentará la Cartilla del Embarazo, que deberás llevar siempre que acudas a la consulta o al Hospital, se solicitarán las pruebas de laboratorio, se programarán las visitas sucesivas y cualquier otra prueba especial que puedas necesitar. En la consulta, debes comentar con el doctor/a cualquier duda que tengas y realizar cuantas preguntas quieras con libertad. Esta primera visita de control se realiza normalmente entre la séptima y la 10ª semana del embarazo y sirve para:
Confirmar el diagnóstico de embarazo.
Descubrir antecedentes que pueden actuar sobre el embarazo actual.
Descartar precozmente la posibilidad de complicaciones (amenaza de aborto, embarazo ectópico, etc.).
Indicar las primeras normas higiénicas.