Antes de hablar del himen, lo primero  que tienes que saber es qué es lo que es. Podemos definir el himen como una membrana elástica que cubre la entrada de la vagina. No se ve a simple vista y, para verlo, hay que estar tumbada boca arriba y separar los labios menores. Cada mujer tiene un himen diferente tanto de forma como de tamaño.

Estas son las diferentes formas que existen:
Himen anular: En el himen anular el orificio está en el centro y este está rodeado de una membrana que suele tener un ancho similar.
Himen labial: En la línea media del himen hay un hueco alargado. A cada lado hay una membrana que simula la apariencia de unos labios.
Himen franjeado: con múltiples y pequeñas perforaciones.
Himen semilunar: El orificio está ubicado en la parte superior. Recibe su nombre porque por debajo del hueco hay una membrana con forma de medialuna.

Si te estás preguntando qué función cumple el himen, sentimos mucho decepcionarte porque, en sí, esta membrana no cumple ninguna función concreta e, incluso, algunas mujeres nacen sin él. También hay casos en los que el himen se rompe de forma accidental al practicar ciertos deportes como equitación, ciclismo o incluso gimnasia. Es por ello que el himen no tiene por qué indicar que una mujer sea virgen o no lo sea.

Es más, un himen elástico puede resistir la penetración (bien del pene o de otros objetos) y no romperse hasta el momento del parto. Hay incluso chicas que temen usar tampones por si se rompe el himen, pero no es habitual.

¿Es la rotura del himen dolorosa?

No tiene por qué. Aunque el himen puede romperse al realizar cualquier actividad que no sea sexual, lo más común es que este se rompa durante la primera relación sexual de la mujer, durante la penetración. En algunos casos, esta rotura solo provoca un ligero sangrado o, incluso, puede no provocarlo. Es más, se cree que solo la mitad de las mujeres que tengan relaciones sexuales vía vaginal sangrarán durante su primera vez.

La rotura del himen no es para nada dolorosa, ahora bien, todo depende de la suavidad de la pareja y del espesor de la membrana. Las molestias o dolores suelen ser debidos a la brusquedad o torpeza del amante y a la fricción de las mucosas, que no están lo suficientemente lubricadas en el momento de la rotura del himen.

¿Se puede reparar un himen roto?

Sí, se puede reparar un himen roto mediante, nada más y nada menos, que una operación que recibe el nombre de himenoplastia. Esta práctica la suelen llevar a cabo tanto jóvenes como adultas. En el caso de las mujeres jóvenes, suele tratarse por creencias religiosas, ya que se realizan dicha operación antes de contraer matrimonio.

También existen tipos de himen que requieren una cirugía dado que representan un problema para la salud vaginal. Estos tipos de himen que precisan de una cirugía son:

Himen imperforado

También conocido como himen pétreo. Esto ocurre cuando el himen no se rompe y es muy peligroso, ya que la sangre se va acumulando y puede causar problemas serios. El himen también puede estar parcialmente perforado, dejando salir la menstruación, pero presentando problemas para introducir un tampón, por ejemplo, por lo que también es necesaria la cirugía.
En estos casos, se recomienda acudir al ginecólogo y el tratamiento consistiría en realizar una pequeña incisión.

Carúnculas himeneales

No suele ser habitual, pero también existe la posibilidad de que el himen se rasgue sin llegar a romperse del todo, dejando parte de este, en forma de pequeños hilos, sobresaliendo por la parte exterior.
Es muy llamativo cuando ocurre, y más teniendo en cuenta que suele darse en chicas muy jóvenes, cuando acaban de tener su primera relación sexual, aunque también puede ocurrir tras un parto.
A pesar de ello, no hace falta alarmarse pues solo requiere una pequeña intervención. Si hay sangrado o dolor hay que acudir al ginecólogo y este realizará un pequeño corte con anestesia local para extirpar los hilos que hayan podido quedar.

Himen flexible

También conocido como himen dilatable. El himen flexible es aquel cuyo orificio tiene unas dimensiones mayores que permite la entrada del pene o de los dedos sin que se rompa. El aumento de las dimensiones se debe a que en este tipo, el himen tiene una capacidad elástica que le dota de gran flexibilidad y permite el aumento del tamaño y que posteriormente el himen vuelva a su posición normal cuando el elemento externo sale del cuerpo.

¿Es el himen garantía de virginidad?

Y la respuesta es un claro, no. ¿Por qué? Bueno, lo primero que hay que tener en cuenta es que hay mujeres que nacen sin himen, o no se les rompe en la primera relación sexual, o no se les rompe directamente como hemos visto anteriormente. Por lo que el himen no debería verse como una garantía de virginidad, ya que existen otros factores por los que un mujer puede tenerlo tras haber tenido relaciones sexuales, al igual que una mujer puede haberlo roto sin necesidad de éstas.

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