La flora y la mucosa son los principales elementos que permiten que nuestra vagina se encuentre saludable. La pared de la vagina suele producir una mucosa que funciona como lubricante natural y que ayuda a que la zona se mantenga hidratada, y la flora vaginal está compuesta por microorganismos que protegen el interior de la vagina, también de forma natural. Si el equilibrio que mantienen estos dos factores se rompiera, la vagina sufriría una notable disminución del flujo vaginal, lo que supondría una mala hidratación y se traduciría en sufrir sequedad vaginal.
La sequedad vaginal no suele ser más que una afección benigna, pero si se prolonga mucho en el tiempo puede derivar en problemas algo más graves, como puede ser la atrofia vaginal, que es una lesión interna. Y también puede afectarnos negativamente a nuestra comodidad diaria, molestándonos a la hora de orinar o al mantener relaciones sexuales con penetración. Por lo que es importante tratarla de forma correcta y se recomienda visitar a un ginecólogo para que evalúe nuestro caso personal.
Motivos por los que se produce la sequedad vaginal
- Cambios y medicación hormonal: Los cambios hormonales suelen producirse en distintas etapas de nuestra vida, la pubertad, el embarazo, el parto y la menopausia son las principales y además son las responsables de los grandes cambios que sufre nuestro cuerpo a la hora de producir estrógenos, algo que acaba convirtiéndose en sequedad vaginal. La medicación hormonal, que también afecta a la producción de estrógenos, suele ser otro factor que influye a la hora de mantener el interior de la vagina hidratada.
- Algunos medicamentos: Además de la medicación hormonal, también existen otro tipo de medicamentos enfocados a tratar otros síntomas que afectan al pH natural de la vagina, como los enfocados a tratar la depresión, los antibióticos y algunos fármacos que combaten el cáncer, incluso algunos antihistamínicos para tratar ciertos tipos de alergias.
- Anticonceptivos: Algunos de los efectos secundarios que presentan los anticonceptivos suelen afectar a la mucosa del interior de la vagina, por eso es importante leer primero que nos pueden provocar antes de elegir cual tomar e incluso preguntarle al médico cual nos recomienda.
- Infecciones vaginales: Algunas infecciones vaginales son las culpables de producir sequedad vaginal ya que están causadas por microorganismos, y a parte del dolor y del mal olor, hacen que no se lubrique del todo bien. Es importante que se traten lo antes posible ya que la irritación de los tejidos del interior de la vagina puede provocar grietas o heridas y empeorar así la infección al permitir el acceso de bacterias y levaduras, que hacen que aparezcan hongos.
- Episodios fuertes de estrés: El estrés también puede producir sequedad vaginal, ya que influye la forma en la que se regulan las hormonas, y no solo eso, sino que involucra también a otras hormonas sexuales. Los desequilibrios hormonales favorecen a contraer infecciones vaginales, ya que la mayor protección con la que cuenta la vagina depende del pH de la flora vaginal.
- Algunos productos cosméticos: La lubricación natural también se puede ver afectada por ciertos jabones que se utilizan en la zona íntima, alterando también el pH y produciendo así sequedad vaginal.
- Caída de estrógenos durante la menopausia: Esta es otra de las causas más comunes por las que las mujeres sufren de sequedad vaginal, y es que la caída de los estrógenos durante la menopausia afecta alrededor de a un 40% de las mujeres.
Cómo sentir alivio y tratar los efectos de la sequedad vaginal
Por lo general, la sequedad vaginal se suele tratar con hidratantes vaginales, que son geles que se introducen dentro de la vagina y cuya función consiste en humedecer la zona y en hacer que desaparezcan las molestias. Los lubricantes hidratantes con buena cantidad de probióticos, que contienen cepas de microorganismos, también ayudan a conseguir una mayor elasticidad de la mucosa. Los geles que mantienen el pH natural nos ayudan además a prevenir infecciones. Y otros tipos de tratamientos como las terapias hormonales también nos ayudan a reducir la sequedad.
Lo más importante que hay que saber es que es muy importante mantener unos hábitos ginecológicos saludables. Una correcta higiene íntima es esencial y realizarla con productos diseñados exclusivamente para ello ayudará a prevenir y a reducir cualquier tipo de problema relacionado con la sequedad vaginal. Si aún con todo no se consigue recuperar la lubricación natural de la vagina, lo más recomendable es acudir al ginecólogo.