A todas las mujeres les surgen dudas sobre si los sujetadores, en general, son buenos o malos para la salud femenina. Incluso existe una corriente que prefiere no llevarlo por su comodidad y confort.
Según el Doctor Nicolás Alayón Hernández, ginecólogo del Hospital Vithas Medimar; “la elección de un buen sujetador es importante para evitar complicaciones como los eccemas en la piel, la irritación, el dolor o la deformidad de la espalda”.
Esta aclaración la recogió la revista Hola en uno de sus artículos titulados “¿Son malos los sujetadores con aros?”, donde también recogen la opinión de varios doctores más que afirman que, llevar sujetador, no daña la salud femenina.
Pero, como apunta el Doctor Alayón, lo que importa más es la elección de un buen sujetador porque, llevar un sujetador que no sea adecuado, puede causar incomodidad, rojeces e, incluso, puede hacernos alguna herida superficial.
Entonces, ¿cómo debe de ser un buen sujetador?. El Doctor Alayón aclaró que un buen sujetador tiene que:
Adaptarse de forma correcta al cuerpo de la mujer, por eso la talla es un factor importante a la hora de escoger un sujetador. Y con talla no nos referimos sólo al número, sino también a la letra que lo acompaña y determina la copa de la mujer. La talla correcta de sujetador siempre será aquella que “respete el contorno del tórax y el tamaño de la mama”, según el Doctor Alayón.
¿Cómo reconocer que hemos escogido la talla correcta?
Fácil, un sujetador es demasiado grande si, por ejemplo, el pecho sobresale por la copas, o demasiado pequeño si caben dos o más dedos entre el tirante de la espalda y el cuerpo.
Los tirantes también tienen una parte importante en esto de buscar el sujetador adecuado que se adapte al cuerpo femenino. ¿Por qué? Pues porque los tirantes del sujetador no deben ni apretar demasiado ni caerse. Según el Doctor Alayón, “la medida perfecta es aquella en la que entren dos dedos sin demasiada presión”, y añade que “cuanto mayor volumen tenga el pecho, más ancho debe de ser el tirante”.
También el peto, el gran olvidado de los sujetadores, forma una parte muy importante en esto de que un brasier se adapte de forma correcta al cuerpo de la mujer. Pero, antes de explicarte por qué es tan importante, te voy a contar en qué parte del sujetador se encuentra el peto: el peto es la parte que une ambas copas del sujetador por la parte de delante, esa que lleva siempre un lacito bien mono o un detalle gracioso.
Pues bien, el peto es el que se encarga de que el sujetador tenga más escote o que, por el contrario, una más los senos. Y es aquí donde queríamos llegar porque, apretar demasiado el pecho, puede provocar un exceso de transpiración y, esto, puede provocar en la mujer irritación y la formación de eccemas como consecuencia del roce de los senos.
¿Y el tejido? El tejido también importa.
Empecemos desmitificando la idea que se tiene de que los tejidos sintéticos podrían resultar dañinos al cuerpo debido a las alergias.
Según afirma el Doctor Alayón, “un buen sujetador debe estar compuesto por materiales sintéticos con cierta proporción de elastano para ofrecer una adecuada tensión”. Y es que materiales más maleables como el algodón, harían que los sujetadores se deformasen con el tiempo.
Pero, ¿qué pasa con los sujetadores con aro? ¿Son buenos? ¿Son malos?
Lo primero que se debe de tener en cuenta a la hora de llevar sujetadores de aro es que “el aro nunca debe tocar el tejido mamario y tiene que envolver completamente la mama”, según aclaró el Doctor Alayón.
Otros de los factores que el Doctor Alayón apunta es que un buen sujetador, para una mama completamente desarrollada, debe llevar aros.
En definitiva, llevar o no llevar sujetador no es la cuestión, la cuestión es, ¿llevas el sujetador adecuado?