Casi todas las mujeres alguna vez hemos sentido en algún momento de nuestras vidas un pequeño picor en la zona vaginal, pero hay etapas en la que este puede ser más recurrente y agudo como lo son la pubertad o durante el embarazo o la menopausia.
Este es uno de los principales motivos de consultas ginecológicas, y es que hasta un 20% de las demandas en las mismas es por este preciso motivo. Desde un punto de vista médico, el picor vaginal no pone en riesgo la salud de la mujer, aún así conviene determinar su procedencia para descartar que se trata de problemas crónicos o que a la larga puedan sí puedan afectar al estado de salud y alterar el bienestar.
La molestia que genera este tipo de picor es normal que preocupe a cualquier mujer, pero hay que evitar el error de intentar tratarlo por nuestra cuenta y acudir cuanto antes a una clínica, ya que perfectamente puede tratarse de una infección, aunque también puede no estar relacionado con ninguna patología grave, así que mejor salir y de dudas, más vale prevenir que curar.
Es de destacar que la parte externa de los genitales femeninos, que son los que comprenden los labios mayores y menores de la vulva, son de un tejido muy sensible y delicado. La piel de esta zona es mucho más fina que la de cualquier otra parte del cuerpo, similar a la de los párpados, y en el interior, la mucosa hace que sea muy similar a la del interior de la boca. Al ser esta zona la piel tan sensible, es muy probable que se sufran picores por culpa del roce con la ropa interior, sobretodo al hacer deporte o al utilizar jabones que alteren el pH. También hay que decir que el clítoris tiene muchísimas terminaciones nerviosas, y que una irritación, por muy mínima que sea, se puede llegar a sentir como picor.
Por qué ocurre el picor vaginal y cómo prevenirlo
Preocuparse en exceso siempre es un error, disponiendo de profesionales en ginecología capaces de tratar este tipo de picores, el comerse la cabeza de más podrá hacernos pensar que al mínimo roce también se trata de picor vaginal. Los nervios pueden aumentar el picor en la mayoría de los casos, así que un picor leve se puede percibir con mucha más intensidad, esto puede llegar a confundirnos y hacernos creer que el problema es más grave de lo que lo es en realidad. Incluso algunos antibióticos también pueden producir la aparición de hongos al eliminar las bacterias saludables de la vagina. El mantener relaciones sexuales sin protección también puede ser culpable de este tipo de picor, avisándonos además de una posible infección de transmisión sexual.
Para prevenir este tipo de picores lo ideal es no vestir con ropa muy ajustada y evitar el rozamiento en la zona genital, usar productos que no sean agresivos para el pH y no depilarse de manera brusca, evitando el rasurado y las depilaciones a partir de calor o tirones fuertes. El uso de lubricante a la hora de mantener relaciones sexuales también puede reducir los picores vaginales y el empleo de campos de látex para evitar el contacto directo también es una buena forma de reducir estos picores.
Principales causas del picor vaginal
- Infecciones vaginales y disbacteriosis: Las alteraciones infecciosas más frecuentes son la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal, que son desequilibrios de los microorganismos de la vagina. Alrededor de un 75% de mujeres sufren vulvovaginitis candidiásica una vez en su vida, y este se presenta en picores, flujo blanquecino y molestias al orinar.
- Antibióticos: El cambio de alimentación y el uso de ropas de baño húmedas durante largos periodos también provocan candidiasis, obligándonos a tomar antibióticos que se relacionan directamente con este tipo de picores, al hacer que disminuya el pH vaginal y desequilibrándolo.
- Atrofia de las mucosas vaginales: La disminución de niveles de hormonas hace que adelgacen los tejidos genitales y que se vean pálidos, esta atrofia de la mucosa puede deberse a procesos de radioterapia, postmenopausia e incluso por enfermedades como el liquen escleroatrófico, que hace que aparezcan manchas blancas en las zonas genitales.
- Alergias: Las reacciones alérgicas producidas por el gel de baño, los tampones, los preservativos e incluso por la ropa interior también pueden ser los causantes de este tipo de picores.
- Higiene íntima inadecuada: Tanto el exceso como la falta de higiene pueden provocar molestias, hay geles que no respetan el equilibrio del pH, al igual que la mala higiene, que puede causar irritaciones y molestias.
- Menopausia: La pérdida de estrógenos, que se encargan de proteger el tejido de las paredes vaginales, también es una de las causas más frecuentes por las que aparece el picor vaginal.
Cómo tratar el picor vaginal
A pesar de que el picor puede no ser la causa de un problema grave, sigue siendo importante identificarlo cuanto antes y tratarlo a tiempo. Mantener una buena higiene vaginal es importante para prevenir el picor. Los productos probióticos también ayudan a mantener el equilibrio de la flora, y con ellos también se consigue que disminuya el riesgo de recidivas y cronificación de las infecciones. Los alérgenos también son importantes de identificar y hay que evitarlos a toda costa, ya que irritan y alteran la flora vaginal, en este cuadro los probióticos también ayudan bastante a recuperar el equilibrio y evitar el picor.